En este mes, en esta sección de nuestro blog educativo hablaremos de un tipo de educación que muchas veces no se imparte en las aulas de clases, sino que vamos entendiendo lastimosamente a base de experiencias no tan agradables desde las etapas iniciales de nuestra vida hasta llegar a la madurez, y nos referimos a la educación financiera.
Cuando hacemos alusión a educación financiera entendemos que son principios básicos que se deben tomar en cuenta al momento de administrar nuestros recursos, es decir, aquel dinero en efectivo o en nuestra cuenta que recibimos cada cierto tiempo. Pero tú que hoy estudias dirás, ¿para qué necesito estos principios si yo solo recibo dinero de mis padres, sin trabajar?
Bueno, debes saberlo porque para EduBox, tu plataforma, eres muy importante y siempre estamos pensando en cómo darte las herramientas necesarias para lograr que te enfrentes con éxito a los retos que te pueda presentar el futuro. Además, porque ayudarás a tu familia y a ti mismo a ser conscientes de lo que poseen y saber aprovecharlo al máximo.
Por ello, lo primero que vamos a aprender es la definición de la palabra activo. Un activo es todo aquel ingreso que recibes de tus padres, tíos, un regalo de cumpleaños en efectivo o si has vendido tus videojuegos a un buen precio. Es decir, es todo aquel dinero que es de tu pertenencia, recursos que llegan a tus manos y deben servirte para cubrir aquellas necesidades que tienes en tu escuela o colegio,
Ahora es tiempo de conocer a la contraparte o enemigo de los activos, que son los pasivos. Un pasivo es todo aquello que saca dinero de tus bolsillos, aquellas necesidades o gustos que requieren ser cubiertos, en otras palabras, es lo que consume tus ingresos o activos. Por ejemplo, si le pediste 5 lempiras prestados a un compañero has adquirido un pasivo, una deuda, la cual debes cancelar con dinero que no tienes, posiblemente el de tu almuerzo de mañana.
Si te ha pasado o te ocurre muy recurrentemente lo anterior, no te preocupes, existe una manera en la que puedes evitar adquirir deudas. Hoy, EduBox quiere compartir contigo algunos consejos para que esa situación cambie para ti y ayudes a tus padres y compañeros a saber equilibrar los activos y los pasivos con el fin de que cuenten con recursos disponibles por cualquier imprevisto que pueda ocurrir.
Para alcanzar dicho fin, te presentaremos a un buen amigo de las finanzas personales equilibradas: el presupuesto. Un presupuesto es un documento donde hacemos la lista de nuestros ingresos (entradas) y egresos (salidas) para saber hasta dónde y qué cubrir con lo que recibes. Por ejemplo: si recibes 100 lempiras diarios, debes comprender que no puedes gastar 120, sino hacer un presupuesto que permita que te sobre dinero y se forme en ti el hábito del éxito en las finanzas: el ahorro.
Posiblemente pensarás, ¿y para qué ahorrar si de todos modos los que trabajan son mis papás? Bueno, si tú cuidas el dinero que recibes, valoras el esfuerzo de tus padres, ya que el dinero que te dan no solamente es a cambio de sus conocimientos, sino de tiempo de vida. Cada vez que alguien te regala del fruto de su trabajo, te entrega algo muy importante, el precio de invertir horas de su vida en determinada actividad.
Asimismo, ahorrar te hace consciente de dónde estás y te puede ayudar a trazarte metas importantes, las cuales podrás alcanzar por tu disciplina y compromiso. Además, evitará que caigas en deudas innecesarias, te ayudará a ser precavido y no “empeñar” horas de tu vida pagando a alguien o a una entidad bancaria dinero gastado en cosas que no eran prioritarias, caprichos del momento. Ten presente lo siguiente: “Para poder emprender en el futuro debes aprender primero a administrar adecuadamente tus finanzas personales”.
En finanzas personales hay una frase famosa que adaptaremos hoy para la etapa que vives: “No es lo que recibes lo que importa, sino lo que haces con lo que recibes”. Si te dan 50, trata de guardar 5; si te dan 100, guarda 10, ahorra, recuerda que el mañana nadie lo conoce y, dentro de nuestras posibilidades, hay que estar lo más preparado posible.
EduBox te motiva a apreciar lo que tienes, a ser agradecido con lo que llega a tus manos, a no aparentar, a ser auténtico, a no vivir para impresionar a la demás gente. Vive según tus posibilidades, cuida el bolsillo de tus padres, cuida lo que con esfuerzo te compran: tu uniforme, tus zapatos, tus materiales de estudio, tu computadora. Al final, educación financiera es valorar, aprovechar y utilizar bien lo que con amor se nos da o generamos.